A diez años de la implementación del SSPA

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El SAST sigue revolucionando mentalidades


Por: Luis Téllez 
El cambio cultural en la seguridad y el cuidado de la salud es ya una experiencia viva en los trabajadores de Pemex, que va más allá de las áreas de trabajo, para dejarse ver en la vida cotidiana de cada compañero, sus familias, y las comunidades que habitan.
A casi una década de la puesta en marcha del Sistema Pemex-SSPA (2006), sin duda los propósitos de mejora continua y reducción de incidentes, lesiones y enfermedades laborales han alcanzado lo que se ambicionó originalmente: afianzar una cultura de prevención.  
De ahí que sea justo afirmar que la superación del enorme reto contó con la colaboración de todos en Pemex, pues ha significado generar cambios profundos en la manera en que hoy pensamos y hacemos las cosas. 
Es decir, la fórmula ha sido cambiar para mejorar, abandonando atajos, viejas conductas, no siempre saludables, teniendo el firme propósito de elevar nuestro desempeño como trabajadores. Y aún más: el apego a los procesos y reglas nos ha motivado a ser mejores compañeros, buenos padres y ciudadanos ejemplares.
Ello ha sido mérito de los petroleros, que han celebrado un compromiso respetando diariamente los postulados y objetivos del SSPA y las 12 Mejoras Prácticas Internacionales (MPI), bases de la Administración de Seguridad de los Procesos (SASP), Administración de la Salud en el Trabajo (SAST) y la Administración Ambiental (SAA).
En este penúltimo subsistema, Administración de la Salud en el Trabajo, vale la pena detenerse. Se trata de una contundente revolución en las personas, de su pensar y actuar. 

Para muestra están algunas de las cifras de las estadísticas oficiales de 2010(*):
·       Emisión de procedimientos para la vigilancia específica de la salud de los trabajadores expuestos a ruido, agentes biológicos, manejo de cargas, posiciones forzadas, movimientos repetitivos y radiaciones ionizantes.
·       Ningún caso de enfermedades evitables por vacunación del esquema institucional en menores de 5 años.
·       Detección oportuna de casos de enfermedades metabólicas congénitas, aplicadas en nonatos.   

Estas tareas se enmarcan en un amplísimo conjunto de acciones institucionales, que carecerían de sentido si no contaran con el respaldo y la respuesta comprometida de los compañeros en Pemex.
De nada sirve un protocolo que no se cumple, reglas que no se acatan, o pacientes que no se ciñen a un tratamiento médico preventivo. Por eso, podemos afirmar con orgullo que en nuestro hogar laboral, los lineamientos del SSPA hallaron eco en nuestra disposición al cambio.
Al margen de nuevas instrucciones o modelos que Pemex someta a prueba, siempre será oportuno recordar que los petroleros estaremos dispuestos a tomar lo mejor de los esquemas, pues creemos en la transformación para la evolución.
De ahí que somos leales a la razón, a los retos que nos motivan, a los objetivos que engrandecen. En síntesis, somos revolucionarios del pensamiento y la acción, porque creemos firmemente que la grandeza reside en la humildad para seguir aprendiendo.  
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