El lente más luminoso del mundo

La obsesión sin duda de cualquier amante de las artes visuales no sólo son las cámaras que constantemente cambian por tantos avances tecnológicos (más bien estrategias de mercadotecnia capitalistas) sino las lentes.

Cuando ya se lleva un tiempo en la fotografía volteamos a invertir en óptica. Aquellos vidrios que se convirten en piezas de arte. Y entonces empezamos a ver nuestros objetivos, (entre los que figurarán, seguramente, los más básicos o provenientes del kit), de otra manera, deseando poder cambiarlos por otros mejores.

Y, seguramente, que sean más luminosos es uno de los principales deseos. ¿Y qué significa el que sean más luminosos?, pues que su apertura máxima sea mayor (número f más bajo) con lo que llega más cantidad de luz al sensor.

Ello implica que tendrán más posibilidades creativas como menor profundidad de campo, mejor más aspas para lograr un bokeh cinematográficos y también que se tengan menos dificultades para fotografiar en condiciones de poca luz, por ejemplo.

Normalmente se considera que un objetivo es luminoso cuando su apertura máxima es mayor de f/2, aunque si hablamos de teleobjetivos, se suele aceptar f/2.8, ya que es muy difícil lograr aperturas tan grandes en esas focales por lo cual es una medida estandarizada mundialmente por las marcas para en el desarrollo de lentes de gama media y alta.

En general, para que un objetivo sea más luminoso y aumente la abertura se necesitan lentes de mayor diámetro y ópticas con un diseño complejo para tratar de evitar que aparezcan aberraciones cromáticas y deformaciones en la imagen final. Pero, ¿cuál es el objetivo más luminoso fabricado? La respuesta es el Carl Zeiss Plannar 50mm f0.7.


Salvados en plena guerra

La historia de este objetivo tiene de todo. En plena Segunda Guerra Mundial, la empresa Zeiss Jena elabora un primer diseño en 1941, concretamente del objetivo UR-Objektive 70mm f/1,0, por encargo del gobierno nazi, con la idea de incorporarlo a una mirilla infrarroja de visión nocturna.

Con la derrota de los alemanes la ciudad de Jena, en la que estaba la sede de Zeiss, queda en el bloque soviético y se produce la división de la marca, quedando la mayoría de las factorías del lado soviético que aprovecha mucho material óptico para lanzar su incipiente industria fotográfica. Del lado occidental también se crea la "Optische Werke Oberkochen" en Oberkochen. Todo ello gracias a que las tropas estadounidenses trasladan a 126 miembros directivos y científicos a su zona de ocupación, junto con gran cantidad de documentos y material dentro de la conocida operación Paperclip. Dentro de ese material estaban los planos del 70mm f/1.0.

La NASA y la cara oculta de la Luna

En los años sesenta la marca recibe un encargo de la NASA, necesitan un objetivo lo más luminoso posible para las misiones Apolo. La idea era que su apertura fuese tan grande como para poder fotografiar el lado oscuro de la Luna.

Zeiss aprovecha el diseño del UR-Objektive 70mm f/1,0 y fabrica 10 unidades del Carl Zeiss Plannar 50mm f/0,7.

Ur Objektive Da 70mm F 1 0 Carl Zeiss Planar 50mm f/0.7
Como se puede apreciar, el diseño es bastante similar.

Carl Zeiss Planar 50mm f/0.7





La luz de las velas en Barry Lindon, de Stanley Kubrick

De las 10 unidades que se crearon de esta fantástica lente, la NASA compró seis, una se la quedó la propia Zeiss y el resto las adquirió el famoso cineasta Stanley Kubrick para su película "Barry Lyndon" de 1975. Es aquí en donde el objetivo cobra su merecida fama.

Kubrick estaba buscando un objetivo que fuese lo más luminoso posible para evitar luz artificial; su idea era filmar escenas que ocurrían en interiores de las locaciones de castillos de la época de la película. Buscaba la posibilidad de rodar planos en interiores solo con la luz de las velas, esto dejó de ser un capricho a un proeza de las más comentadas en la historia del cine, hasta la actualidad.,

Carl Zeiss Planar 50mm f/0.7

Para llegar al objetivo del rodaje, primero se tuvo que transformar la lente, montando un sistema de enfoque más preciso y funcionando siempre a su máxima apertura tras desmontar el diafragma. Además, se colocó un adaptador Kollmorgen para tener un encuadre más abierto, consiguiendo una distancia focal más angular de 36,5mm siempre manteniendo la apertura máxima de f0.7. Y todo montado en una cámara Mitchell BNC.

Genial no creen?



La plática de las 7 am


Desde hace 9 años que tengo de visitar los principales centros de proceso en distintos activos de producción de PEMEX en la sonda de Campeche y me es grato ver como  cada viaje que hacemos en "el área" ademas de reconocer y saludar caras conocidas que nos han contado sobre su vida y experiencias en las plataformas, he notado que a través del tiempo estos compañeros ya no son los mismos.

Esto lo noté en la famosa Plática de las 7


Para quienes no saben como inicia la jornada de un plataformero de GMIM es así: Levantarse a las 5 de la mañana, desayunar y alistarse con su EPP completo para reunirse con sus compañeros de cuadrilla en su oficina, ya sea en sus talleres, cuarto de control, cuarto de máquinas o en su área de trabajo.

En ese momento se reúnen todos los trabajadores para ponerse de acuerdo de la jornada de trabajo y de las actividades que realizarán durante todo el día. Y es ahí donde inicia el cambio que mencioné.

El inicio de esa junta es la plática de la seguridad. Cada uno de los compañeros empieza a repasar en voz alta la política de la empresa, así como los principios que son los siguientes:


POLÍTICA

Petróleos Petróleos Mexicanos es una empresa eficiente y competitiva, que se distingue por el esfuerzo y el compromiso de sus trabajadores con la Seguridad, la Salud en el Trabajo la Protección Ambiental y el Desarrollo sustentable, mediante la Administración de sus Riesgos, el Cumplimiento Normativo con Disciplina Operativa y la Mejora Continua.


PRINCIPIOS

La Seguridad, Salud en el Trabajo y Protección Ambiental son valores de la más alta prioridad para la producción, el transporte, las ventas, la calidad y los costos.



Todos los incidentes y lesiones se pueden prevenir.



La Seguridad, Salud en el Trabajo y Protección Ambiental son responsabilidad de todos y condición de empleo.



En Petróleos Mexicanos, nos comprometemos a continuar con la protección y el mejoramiento del medio ambiente en beneficio de la comunidad.

Los trabajadores petroleros estamos convencidos de que la Seguridad, Salud en el trabajo y Protección Ambiental son en beneficio propio y nos motivan a participar en este esfuerzo.


Y esto se realiza como una actitud proactiva y positiva; que satisfacción da ver como esto se repite en todos los niveles de las instalaciones de la plataforma tanto en las oficinas de la habitacional como en "el área"... a las siete de la mañana de lunes a domingo.

De este modo, el inicio del día de trabajo empieza con seguridad, concentración y sobre todo con una actitud positiva para realizar todas las actividades de acuerdo a los procedimientos actualizados, con las medidas de seguridad apropiadas, y con la certeza de durante toda la catorcena de salvaguardar la integridad física nuestra y de los compañeros.

En Petróleos Mexicanos, la seguridad en el trabajo es el aspecto más importante: la planeación, la programación efectiva, el cumplimiento de los procedimientos específicos, la aplicación de los controles de seguridad y permisos de trabajo y la supervisión continua; son herramientas que sin duda nos ayudarán a todos a trabajar sin accidentes.

Aún falta mucho por hacer en materia de seguridad, pero a 10 años de su inicio, el SSPA de Pemex funciona.


A diez años de la implementación del SSPA

-->
El SAST sigue revolucionando mentalidades


Por: Luis Téllez 
El cambio cultural en la seguridad y el cuidado de la salud es ya una experiencia viva en los trabajadores de Pemex, que va más allá de las áreas de trabajo, para dejarse ver en la vida cotidiana de cada compañero, sus familias, y las comunidades que habitan.
A casi una década de la puesta en marcha del Sistema Pemex-SSPA (2006), sin duda los propósitos de mejora continua y reducción de incidentes, lesiones y enfermedades laborales han alcanzado lo que se ambicionó originalmente: afianzar una cultura de prevención.  
De ahí que sea justo afirmar que la superación del enorme reto contó con la colaboración de todos en Pemex, pues ha significado generar cambios profundos en la manera en que hoy pensamos y hacemos las cosas. 
Es decir, la fórmula ha sido cambiar para mejorar, abandonando atajos, viejas conductas, no siempre saludables, teniendo el firme propósito de elevar nuestro desempeño como trabajadores. Y aún más: el apego a los procesos y reglas nos ha motivado a ser mejores compañeros, buenos padres y ciudadanos ejemplares.
Ello ha sido mérito de los petroleros, que han celebrado un compromiso respetando diariamente los postulados y objetivos del SSPA y las 12 Mejoras Prácticas Internacionales (MPI), bases de la Administración de Seguridad de los Procesos (SASP), Administración de la Salud en el Trabajo (SAST) y la Administración Ambiental (SAA).
En este penúltimo subsistema, Administración de la Salud en el Trabajo, vale la pena detenerse. Se trata de una contundente revolución en las personas, de su pensar y actuar. 

Para muestra están algunas de las cifras de las estadísticas oficiales de 2010(*):
·       Emisión de procedimientos para la vigilancia específica de la salud de los trabajadores expuestos a ruido, agentes biológicos, manejo de cargas, posiciones forzadas, movimientos repetitivos y radiaciones ionizantes.
·       Ningún caso de enfermedades evitables por vacunación del esquema institucional en menores de 5 años.
·       Detección oportuna de casos de enfermedades metabólicas congénitas, aplicadas en nonatos.   

Estas tareas se enmarcan en un amplísimo conjunto de acciones institucionales, que carecerían de sentido si no contaran con el respaldo y la respuesta comprometida de los compañeros en Pemex.
De nada sirve un protocolo que no se cumple, reglas que no se acatan, o pacientes que no se ciñen a un tratamiento médico preventivo. Por eso, podemos afirmar con orgullo que en nuestro hogar laboral, los lineamientos del SSPA hallaron eco en nuestra disposición al cambio.
Al margen de nuevas instrucciones o modelos que Pemex someta a prueba, siempre será oportuno recordar que los petroleros estaremos dispuestos a tomar lo mejor de los esquemas, pues creemos en la transformación para la evolución.
De ahí que somos leales a la razón, a los retos que nos motivan, a los objetivos que engrandecen. En síntesis, somos revolucionarios del pensamiento y la acción, porque creemos firmemente que la grandeza reside en la humildad para seguir aprendiendo.  
Fuente:

La tragedia del Usumacita: origen del SSPA

En la actualidad se han notado visiblemente la reducción de accidentes como la desgracia de la Usumacinta, sin embargo no hay que dar marcha atrás con el SSPA el sistema inteligente generador de la gestión de cambios en PEMEX, esta es la crónica de algunos sobrevivientes, en los cuales podemos comprender lo importante de la cultura de la seguridad en el trabajo.


Una crónica de los hechos
Por: Ana Lilia Pérez

A 18 kilómetros de la costa, al norte de Frontera, Tabasco, aquel mediodía del martes 23 de octubre de 2007 la Sonda de Campeche se crispó cuando una fuga de gas sulfhídrico comenzó a invadir la plataforma Usumacinta. Dos días atrás, la vieja plataforma había sido posicionada junto a su similar, la tipo Sea Pony Kab-101 –propiedad de Petróleos Mexicanos (Pemex)–, para terminar de perforar el pozo Kab-103.

Desde muy temprano, el cantilever de la plataforma Usumacinta (el armazón central de la plataforma) había golpeado la parte superior del árbol de válvulas (árbol de producción) del pozo Kab-101, generando la fuga. Nunca sonó la alarma, pero algunos trabajadores escucharon al personal de operación hablar del incidente y los vieron bajar al piso de producción a cerrar las válvulas subsuperficiales de seguridad de los dos pozos. Más tarde, el árbol de válvulas del Kab-121 presentó dos fugas de petróleo y gases asociados, una de ellas muy abundante porque una válvula estaba degollada.

En poco tiempo, el pozo estaba fuera de control. A las 15:30, los superintendentes Miguel Ángel Solís Rodríguez, de Pemex, y Guillermo Porter Rodríguez, de Perforadora Central, dieron la orden de evacuar. A un lado de la plataforma yacían dos botes salvavidas, llamados mandarinas, que serían refugio y transporte para el traslado a una embarcación más grande o a los helicópteros que los llevarían a puerto seguro.

Arreciaba el frente frío 4; en las siguientes horas el lugar se convirtió en el último infierno para los 73 trabajadores. De ellos, sólo 51 sortearían el temporal. Las autopsias oficiales dicen que murieron ahogados seis de Pemex, 10 de Perforadora Central, cuatro de Servicios de Comisariato (Sercomsa), empresa filial del Grupo Protexa, y dos del Morrison Tide, uno de los barcos que participó en las operaciones de rescate.

Las versiones de los sobrevivientes dicen que antes de ahogarse, algunos estaban engasados, intoxicados, traumatizados. El informe del Battelle Memorial Institute, conocido como Informe Battelle, dice que, aunque “hay testimonios que sugieren que (además del ahogamiento) hay otras causas que pudieron haber sido las responsables (de las muertes), nunca lo sabremos con completa certeza”.

En la Recomendación 14/2009, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) acreditó que por negligencia de Pemex murieron los superintendentes Miguel Ángel Solís Rodríguez y Guillermo Porter Rodríguez; el intendente, José Ramón Granillo Jiménez; los ayudantes de perforación Leandro Manuel Hernández Pozo, José Hugo Hernández Flores, Ricardo Bustamante Bautista, Allende Alcudia Olan, Guadalupe Frías Ovando, Carlos Arturo Gurrión Toledo, Jorge Alfonso Barrancos Dzul y Francisco Abreu Villanueva.

Además, Martín González Mijangos, auxiliar administrativo; el médico José Luis Sánchez Rodríguez; los motoristas Juan Luis Martínez Palacios y Omar Gerardo Andrade Zárate; el gruero Mario Efrén Flores Rodríguez; los cocineros María del Carmen Aguilar Sánchez y Aroer May Jiménez; el lavandero Benito de los Santos Santos; el lavalozas Juan Felipe Figueroa Jiménez, así como dos rescatistas del Morrison Tide. Todos oriundos del Estado de México, Veracruz, Tamaulipas, Tabasco y Campeche.

Con el tiempo, los muertos quedaron reducidos a cifras oficiales. Eso, explican los deudos, es uno de tantos agravios a los que han sido sometidos por Pemex y las contratistas, que se negaron a indemnizarlos. Por ello, recientemente acudieron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en su sede en Washington revisará las circunstancias de las muertes, relatadas por las víctimas que viven para contarlo.

Maribel

Con más de 21 horas en medio de la tempestad, Maribel vio desfallecer casi a todos. Al interior de lamandarina número 2, la que durante las primeras dos horas de navegación se rompió en alta mar, dejando una estela de ahogados, ella fue la última en ser rescatada con vida.
Como la mayoría de sus compañeros de Serconsa, filial de Protexa, se embarcó el 12 de octubre para el cambio de turno en la Usumacinta. Protexa suministraba alimentos y daba servicios a la plataforma. La víspera del 23 de octubre se hallaba en la zona de dormitorios junto a su amiga María del Carmen Aguilar Sánchez, de oficio cocinera. Quince minutos antes del medio día, escucharon la orden de subir al helipuerto, la zona más alta de la plataforma, porque había una fuga de gas sulfhídrico. A medida que transcurrían los minutos, se hacía más intenso el olor a huevo podrido, peculiar del tóxico. Las alarmas no sonaron, nadie las recuerda.
Desde las 11:41 horas, según el reporte oficial de Control Marino, los superintendentes solicitaron la autorización para evacuar la plataforma. Pemex la aprobó casi tres horas después. Desde el helipuerto, llenos de pánico, los trabajadores veían los fallidos intentos de controlar la fuga que precedió a la explosión. A las 15:30 horas les ordenaron subir a las mandarinas. Maribel y María del Carmen abordaron la número 2. El bote derramaba aceite abundantemente y las escotillas estaban parchadas con silicón. El agua las reventó, en segundos comenzó a colarse a chorros.
A las 16:30 se abrió la escotilla del timonel. El olor a gas y aceite invadió la mandarina, luego se trabó el timón, y el bote fue volteado por una ola. A medida que el agua era más copiosa, se desvanecía la luz al interior del armatoste de fibra de vidrio. Entre el ulular de la tormenta se escuchaban los gritos de pánico y desesperación. Luego, todo se volvió negro. Envuelta en el abismo, Maribel pensó que se había quedado sola, hasta que escuchó la débil voz de Carmen: no sabía nadar, requisito básico para trabajar en las plataformas, aunque sí tenía una libreta de mar que lo acreditaba, expedida por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, exhibida por Protexa ante Pemex y avalada por la paraestatal.
“Yo le decía que se bajara porque ya no se escuchaban voces, ella tenía mucho miedo, decía que se iba ahogar. Yo le gritaba que dónde estaba, escuchaba su voz, repetía que tenía miedo, que se iba ahogar… hasta que dejé de escucharla. Luego oí a Hugo Hernández Flores, compañero de Pemex. Él me decía que ya no podía más, que estaba muy cansado. Estuvimos hablando. Le pedí que luchara, que no se diera por vencido, pero él me decía que no, que estaba muy cansado. ‘Ya no puedo más Maribel’; ‘¡Tienes que aguantar, tienes que luchar! ¡Hugooooooo!’… Dejé de escuchar su voz.
“Después escuché que alguien tosía. Era mi amigo Juan Felipe Figueroa, el lavalozas… ‘Maribel, ¿nos vamos a morir verdad?’, me decía. ‘No Juan, no digas eso’. Intentaba darle ánimos. ‘No, Maribel, nos vamos a morir, nadie va a rescatarnos’. ‘No, Juan, no digas eso. ¡Ten fe!’. ‘Maribel, mi chaleco, ¡es que no lo traigo! ¡Lo traigo amarrado en el brazo!’. Le decía que tratara de ver otro chaleco, porque ya se sentía la gente muerta en el bote. Su voz era débil, estaba muy cansado. Le roncaba mucho el pecho. Yo le seguí hablando hasta que el agua nos cubrió.
“El agua entraba y salía. ‘¿Juan? ¡Aguanta Juan!… ¡Aguanta!’. Mis gritos fueron en vano. Grité hasta cansarme. Mi amigo Juan ya no pudo más: estaba muy cansado. Después supe que padecía asma. Y entonces me quedé sola; estaba sola con los muertos. Pasé allí 16 horas y media. Estuve luchando por ratos. Lloraba. Nunca dejé de rezar. No quería morirme. Luchaba, porque a cada momento entraba el agua y cada que entraba sentía que me iba ahogar. Así estuve hasta que me rescataron el miércoles a las 6:30 horas. Tuvieron que abrir un boquete para que pudiera salir. Me rescataron por una breña que se llama San Pedro (Barra de San Pedro en el municipio de Centla, Tabasco). Caminamos hasta un helicóptero de Pemex que me trasladó a las 8:30 horas”.
El reporte oficial indica que Maribel Bolaños fue la última persona rescatada de la mandarina número 2, la cual quedó totalmente destrozada. A las 8:16 horas del 24, fue transportada por el helicóptero con matrícula XA-UAC a Ciudad del Carmen. Sus compañeros y amigos, María del Carmen, Aguilar, Hugo Hernández y Juan Figueroa, fueron encontrados muertos junto con otras 11 personas.

Christian

“El día del accidente me tocó subir con los primeros a la mandarina 1. Al tomar nuestros equipos salvavidas, estaban encadenados y amarrados, nos costó trabajo usarlos. Cuando hacíamos los simulacros, nada más llegábamos al punto de evacuación total de la plataforma, pero en ningún momento se entraba a la mandarina. En el accidente no sonaron las alarmas. Cuando esperábamos para salir al helipuerto, los aires estaban muy fuertes. Estaban viendo si podían comunicarse a tierra con la gente de Pemex para controlar la fuga. En poco tiempo ya era penetrante el olor a gas, fue cuando de Perforadora Central dieron la orden de evacuar el helipuerto.
“Ese día se mandó llamar un barco que nos iba a rescatar, pero por cuestión del oleaje no se pudo acercar, entonces iba a estar en la periferia de la plataforma, porque si nosotros bajábamos a lasmandarinas, allí ellos nos iba a rescatar.
“Por fuera, las mandarinas se ven bien. Tienen que servirte para evacuar la plataforma y llegar a un punto seguro para ser rescatado, pero en este caso no cumplió su cometido ya que a una hora de estar allí el oleaje nos viró y no sólo entró agua, sino que la misma ola rompió la parte de arriba; el que la venía maniobrando perdió una oreja.
“En ocho meses de trabajar con Serconsa, era mi cuarta subida a esa plataforma. Yo ya había estado en otra plataforma, una de gringos, allí sí tienen sistema de seguridad, es más, hasta la vestimenta para salir a los simulacros se tiene que cumplir tal y como es, porque si no te regañan. Quizá por esa disciplina yo aprendí muchas cosas del uso de los equipos.
“Mi trabajo es administrativo; el día 23 subí porque tenía que entregar una documentación. A las 9:00 horas escuché a los superintendentes comentar que tenían que volver a llamar a los barcos remolcadores porque la plataforma había quedado mal posicionada. Por ende, desde que se hizo la maniobra para ubicar a la plataforma, había quedado mal. Por personal de Pemex yo sabía que ese pozo ya estaba perforado, nada más era quitarle tres tapones. Personal de contraincendio me había comentado que en ese pozo existía un alto índice de gas sulfhídrico, que la maniobra tendía a ser peligrosa”.
* ¿Hicieron algo para prevenirlo?
* No, lo único fue que días antes de que se estuviera moviendo la plataforma del pozo empezaron a bajar a gente de la misma plataforma, porque en la navegación no puede haber tanta gente a bordo; precisamente antes de que se suscite cualquier tipo de accidente. De hecho, la movilización de la plataforma se pretendía antes del lunes, ya que se sabía de antemano que el lunes en la noche entraba el frente frío.
* ¿Sabían que vendría el tiempo frío y aun así los trasladaron?
* Así es. Un día o dos días antes nosotros llegamos al nuevo pozo. La Capitanía de Puerto dio el permiso para tres barcos que fueron los que remolcaron la plataforma, uno de Oceanografía, otros dos no recuerdo de qué compañía eran.
El parte oficial indica que, en los primeros 30 minutos de navegación, el agua comenzó a inundar lamandarina 1. Los conductores trataron de acercarla al barco Morrison Tide para que los rescatara. Cuando estaban a menos de 50 metros, desde el barco les lanzaron un mecate, pero se reventó y el bergantín golpeó la mandarina. Cuando el agua les llegaba a las rodillas, en desbandada, la tripulación buscó la forma de salir.
Domingo Corona Moreno, de Perforadora Central, fue el primero en ser rescatado: aproximadamente a las 14:00 horas lo subieron al barco, pero uno de los tripulantes se lesionó en cubierta y otro murió al poco tiempo. Otros dos fueron lanzados al mar por el oleaje, uno murió y el otro fue rescatado más tarde por el buque Isla del Toro.
Christian Felipe Jesús Priego no fue rescatado sino hasta las 8:04 horas del día siguiente, junto con el trabajador de Pemex Fernando Cervera Ramírez, con quien alcanzó la playa. Los traslado el helicóptero con matrícula XA-GFT.

Óscar

Cuando las manecillas del reloj marcaban las 11:30 horas, Óscar, capitán de meseros de la Usumacinta, escuchó la voz del superintendente Guillermo Porter que advertía al par de Pemex que había una fuga de gas. Así que, al igual que sus compañeros, corrió por su chaleco. Dice que por la puerta de acceso les impedían salir, así que la empujaron para apostarse en el helipuerto.
“Estaban llamando al barco Morrison que supuestamente nos iba a rescatar, pero pasó una ola muy fuerte y dobló la escalera por donde íbamos a bajar. ¡La dobló como si fuera un palo! El barco nunca se acercó. Fui de los primeros en entrar al bote número 2. Cuando se volteó, quedé prensado entre el motor y la parte de arriba del bote. Los cadáveres me aplastaban y no me dejaban salir. Tragué agua, muchísima agua con aceite.
“Yo también me había rendido. Hasta aquí llegué, dije. Y no sé, de pronto sentí que algo voló para arriba y me abrió un espacio en la cabeza. Saqué el cuello y comencé a respirar. Hice un gran esfuerzo para sumergirme para poder salir. Cuando estábamos arriba, éramos alrededor de 21 personas arriba del bote y la marea era tan fuerte que cada oleaje nos aventaba de dos o tres personas y se los llevaba así. Yo bajé del bote hasta las 4:00 horas. Llegamos a la barra de San Pedro, nada más 11 personas”.
El 24 de octubre Óscar de la Cruz Valencia fue trasladado en el helicóptero XA-UAE junto con Alfredo de la Cruz Ruiz, Hugo Malerva del Ángel, Fredy de la Cruz Arévalo, Héctor Francisco Reyes Tapia, Nicolás Alvarado y Leopoldo César García.

Jesús

“¡Fuga de gaaaas! ¡Fuga de gas sulfhídrico!”, escuchó Jesús mientras yacía en la sala de televisión. Como recamarero y pasillero, su función era despertar a la gente del turno nocturno que a esa hora dormía en el segundo y tercer nivel. Salió hasta que todos ya estaban en el helipuerto. Cuando la ola viró lamandarina 2, a nado buscó una salida.

“Allí abajo todo estaba oscuro. Hasta que me pude levantar y vi la luz del día. Ya había tragado mucha agua. Lo único que hice fue flotar. Me fui despegando de todos. ¡Estuve más de 15 horas navegando solo! Salí hasta por Frontera, Tabasco. Nunca luché contra el mar, el mar me sacó. Como a las 6:00 horas, estaba en Frontera. El frío me mataba. Caminé hacia unos arbustos a esconderme del frío. El aire del temporal me estaba matando. Me dormí un rato. Como a las 9:00 horas escuché los helicópteros. Salí y pedí auxilio. Me llevaron al hospital de Pemex. Eso es lo único que puedo explicar”.

El informe oficial dice que entre las 11:00 y 12:00 horas del 24 de octubre, el helicóptero AMHT-218 de la Armada de México rescató en Frontera a los sobrevivientes Jesús Manuel García Paxtian y Eder Ortega Flores. En esa misma playa recuperó tres cadáveres. Estaban a 30 millas náuticas al oeste de Ciudad del Carmen.

Jorge

“Yo estaba de turno en el área de cocina. En la contingencia, todo a la mera hora falló. No suenan las alarmas, no suena nada en la plataforma, y uno se desespera porque no encuentra nada que hacer más que ir al punto de reunión. Una mala acción de seguridad allí en la plataforma: tanto Pemex o Central no tenían la seguridad en esa plataforma como debía de ser. Era mi segunda subida. Tenía dos años con Protexa. Nunca pensé que me pasaría esto, pero gracias a Dios estoy vivo para contarlo”.
El reporte oficial indica que Jorge Francisco Montiel era una de las 12 personas a las que el mar arrastró encima de la mandarina 2 hasta la costa de Centla. En el helicóptero XA-UCF, uno de los que ASESA arrienda a Pemex, fue trasladado a Ciudad del Carmen.

Hugo

“A mí me tocaba trabajar de noche, así que a esa hora estaba durmiendo. Subimos al helipuerto, allí estuvimos unas tres horas. Cuando subimos a las mandarinas, noté una falla porque me tocó ir de pie en la escotilla delantera, tenía mica y estaba pegada con silicón; estaba parchada. Esas escotillas al momento de dar vuelta se abrieron todas y se llenó de agua.

“Fui uno de los primeros que se salió, porque como iba de pie en la escotilla, a tientas empecé a tocar y me escurrí por un hueco que encontré. Cuando salí quedé muy lejos de la mandarina. Atrás apareció un compañero de Pemex. Ya al rato lo vi encima del bote. Empezamos a nadar. Poco a poco empezaron a salir los demás. Yo no me había dado cuenta, pero estaba todo golpeado y me estaba desangrando.

“Para nosotros nunca llegó el rescate. Los helicópteros nos localizaron cerca de la una de la mañana, pero no hicieron nada por nosotros, nada más nos fueron vigilando hasta que llegamos a la orilla. Caminamos entre un manglar hasta donde estaba otro helicóptero. Nos llevaron al hospital de Pemex y allí nos tuvieron una hora: me suturaron la herida, me sacaron una radiografía de cráneo y ya. Luego nos llevaron al Seguro Social. Nos tuvieron cuatro horas, nos pusieron un suero y ya, nos echaron para afuera, aunque llegamos todos con la vista mal. No podíamos ni ver. Estábamos en malas condiciones y así nos aventaron para afuera”.

Los informes médicos indican que la mayoría de los náufragos presentaba conjuntivitis química, tenían una espesa secreción verdosa; algunos presentaban contusiones oculares y la mayoría fotofobia, lo que les impedía la visibilidad.

Hugo concluye su relato: “La compañía nos llevó a un hotel y a los dos días nos mandaron a cada quien para su casa, a mi nada más me dieron medicamento para la gripa y tos, y fue todo. De allí, atención por el Seguro ya no recibí”.

Inocente

“Trabajaba en el turno de la noche, así que a la hora del accidente estaba durmiendo. Doña Carmen entró a despertarme y me dijo que estaba la emergencia. Me puse mi chaleco y fui al helipuerto. Cuando la mandarina se volteó, yo logré salir por una escotilla. Permanecí allí como una hora hasta que una ola como de 10 metros me sacó. Me quedé a la deriva como siete horas; luego me rescató la Marina. Me tuvieron hasta la una de la mañana, luego me llevaron al helipuerto de Ciudad del Carmen, luego al hospital de la Marina y me tuvieron casi dos días”.
El informe oficial indica que a las 00:27 horas del 24 de octubre, el helicóptero SEMAR PM-151 rescató a Inocente Alejandro Castillo. Dieciocho minutos después, la aeronave trataba de rescatar a otro sobreviviente, pero se les cayó al mar y cuando trataron de regresar a buscarlo no lo encontraron; a las 15:26 horas reportaron que encontraron un cadáver al Este de Ciudad del Carmen.

Eleazar

“Trabajé de noche, así que a esa hora estaba descansando, aunque no pude dormir porque ya lo presentía. Escuchaba a la gente que corría por la escalera. El aire estaba muy fuerte. Nadie quería salir, yo tampoco, pero hay unos que son muy valientes, no querían morir allí y salieron. Cuando salí, lo primero que hice fue buscar el tanque que tuviera más oxígeno porque algunos no estaban bien cargados: me lo coloqué y luego le ayudé a mis compañeros que no sabían cómo.
“Veía a la gente muy nerviosa. Unos gritaban. Otros se desmayaban. Sentí mucho miedo al meterme a lamandarina porque sé que hay muchos que se han muerto. Yo esperaba lo peor. Empecé a vomitar. Ya no podía, ya no quería estar allí. Me sentía muy débil. Agaché la cabeza y traté de contener el vómito. Ya teníamos mucho tiempo navegando, cuando de pronto entró el agua. Yo sentí una ola y no me dio tiempo ni de respirar. Me aventó el agua; me golpeé. Traté de salir pero no encontraba la salida. No tenía aire y no podía respirar. Me puse a nadar pero no sabía para dónde.
“Me di por muerto. Me vencí, pero de pronto miré algo claro: era la escotilla y lo único que hice fue acercarme. El chaleco me sacó a flote. Estuve durante 14 horas encima de la mandarina hasta que las olas nos sacaron a la playa. Estuvimos esperando un rescate que nunca llegó. Cuando llegó un helicóptero, ayudamos a subir a los que estaban más heridos. A las cinco de la mañana regresó el helicóptero por nosotros. Nos llevaron al hospital de Pemex, nos tuvieron una hora y nos enviaron al Seguro. Allí nos tardaron mucho para sólo ponernos un suero”.

Erick

“Yo soy buzo. Trabajé primero para Pemex, luego para Protexa. Esa fuga fue letal porque el gas es venenoso. Al detectar el gas, la primera reacción es que arde la nariz, la segunda es el mareo y la tercera es que uno pierde el conocimiento o incluso muere. Yo he pasado por varias contingencias, pero nunca como esa: en la Usumacinta no hubo coordinación por parte de Pemex. Ignoro lo que pasó; por qué se quebraron las mandarinas; por qué hubo tantas cosas, e incluso, muchas anomalías.
“Lo que pasó es parte de las anomalías que ocurren a bordo. Sólo es cuestión de que uno suba a bordo y se dé cuenta. Claro que cuando sube personal de inspección, peritos y todo eso, en las auditorías ponen todo como si no pasara nada, para proteger a Pemex. Se lo digo en nombre de Dios: les ofrecen una buena comida, incluso hasta sus tragos para que no digan nada, y que aquí se quede”.
Y después del naufragio…

Traumatizados, deshidratados, con altos grados de hipotermia, contusiones, conjuntivitis, esofagitis y excoriaciones dermoepidérmicas, algunos en estado “muy alto” de tensión emocional, otros en shock, así llegaron los 68 heridos a los hospitales de Ciudad del Carmen y Comalcalco, 53 náufragos y 15 rescatistas.

En la Sonda de Campeche, la mayoría de los trabajadores son contratados mediante triangulaciones, es decir, pactan con una empresa, otra les paga y desarrollan el trabajo operativo bajo las órdenes de una más. Sin representación sindical o afiliados a sindicatos de protección, los empleados “de compañía” siempre tienen las de perder. Los sobrevivientes de la Usumacinta no fueron la excepción: la categoría de los trabajadores se vio reflejada en la atención médica discriminatoria aun en esa situación de emergencia.

Mientras que los empleados de Pemex recibieron atención en los hospitales de la petrolera, se les abrió un expediente clínico, se les tuvo bajo observación y se les dieron incapacidades recomendándose actividades lúdicas y de recreación, terapias psicológicas y un adecuado proceso de acompañamiento; en contraste, a “los de compañía” los tuvieron unas horas en el hospital en tanto les curaban las heridas. Después el patrón los hacinó 48 horas en un hotel de segunda y allí dentro, lejos de la prensa, les dio la orden de que ‘como pudieran’ se regresaran a sus casas, que al fin el contrato se daba por terminado. A solas, aguantaron los malos tratos, soportaron su miedo y reprimieron el estrés postraumático que los sicólogos diagnosticaron en todos los náufragos.

Cronología del colapso

Hora
Acontecimientos
00:16
Reportan buen tiempo: olas de 2 a 3 pies
Cierra puerto de Ciudad del Carmen
03:51
Los barcos reportan incremento en los vientos
04:51
Altura de olas de 4-5 pies, viento de 90 nudos
05:30
Cierran el puerto de Dos Bocas
5:33
Olas 4-5 pies
07:08
Vientos de 16 nudos al oeste; olas, 3-4 pies
07:50
Olas de 8-10 metros
11:35
Se declara fuga en plataforma Usumacinta
11:41
Se solicita evacuación de la plataforma Usumacinta
11:49
Se reitera que la plataforma golpea un pozo de producción
11:54
Cierre de pozo en plataforma
13:00
Se solicita cortina de agua a Usumacinta (por fuego)
15:18
Manda Control Marino al Far Scotia a la Usumacinta para brindar apoyo
15:21
Le piden al Morrison que se acerque a la Usumacinta para evacuación
15:23
Nueva emergencia en la Usumacinta
15:41
Morrison Tide dice que debido al mal tiempo tocan fondo en ocasiones y no puede llegar al punto del rescate
15:41
Le preguntan al Morrison Tide si puede recoger los botes
15:43
Le confirman al Morrison que vaya por estribor para que lo vean desde la plataforma
15:57
Morrison Tide ve dos botes e informa que están rescatando a una persona
15:58
Dice el Morrison Tide que va por una segunda persona y no sabe cuántas hay
15: 59
El Morrison Tide dice que va a rescatar al más limpio de los botes
16:12
Declara Morrison Tide que hay dos hombres al agua de su tripulación y que todos los de la mandarina 1 están en el agua
16:19
El Morrison Tide le dice a alguien de la mandarina 1 que regresen dentro del bote porque se está complicando el rescate y ya hay dos marinos en el agua con ellos
16:27
Hatch Tide dice que no se puede mover hacia la Usumacinta
16:41
Dicen que había 45 en la mandarina 1, rescataron uno y sobran 44
16:44
Se envía al Ang Tide a apoyar al Morrison Tide
16:52
Dice el Ang Tide que hay olas de 6 u 8 metros y está esperando para poder dar la vuelta
16:52
Informa el Morrison Tide que hay 82 personas en el agua, ya naufragó el segundo bote
16:54
Interroga Control marino al Morrison sobre cuántas gentes hay en el agua y el Morrison le comenta que no lo sabe
16:56
Le informan al Morrison Tide que está saliendo un helicóptero de rescate de la Armada hacia donde están
17:11
Informa el Fra Scotia que está a 5 millas del Morrison
17:27
Dice el Morrison Tide que la mandarina 1 pantoqueo (volteó) al abrir y que el bote sucio anda por ahí
17:35
Dice el Morrison que hay gente fuera de la mandarina 2
17:45
Le dice Control Marino al Morrison que haga que se metan a lamandarina, y le dice que remolquen la mandarina para donde está la gente dispersa
17:54
El Morrison le dice al Far Scotia que hay dos gentes por la popa de Morrison y que tenga cuidado al acercarse
18:03
El Far Scotia vislumbra a 12 o 15 gentes y se apresta al rescate
18:08
Le dicen al Far Scotia que en 45 minutos llega un vuelo a donde están
18:20
El Morrison Tide informa que rescató a cuatro gentes
18:48
Far Scotia declara que hay una persona flotando ya ahogada
18:50
El Morrison Tide dice que rescató a seis personas
18:51
Far Scotia dice que ha rescatado a seis personas
18:52
Rescatados Pastor García Ocaña, Manuel Domínguez Pérez, Gabriel González Toral, Domingo Corona Moreno, Guadalupe Momenthey Cruz, Roberto Vázquez García
19:11
Le informan al Morrison que el helicóptero está ubicando a otro grupo de náufragos un poco delante de donde está el Morrison Tide
19:16
Se incorpora Isla del Toro a la operación de rescate
19:21
Morrison rescata a Gilberto Antonio Aguirre, grueso
19:46
El Morrison Tide dice que dejó a la mandarina a la deriva con una persona
19:47
El Morrison dice que una mandarina con 44 personas todavía está a la deriva
19:54
El Far Scotia pide ir a aguas más profundas porque no tiene agua suficiente
20:01
Rescatados por el Fra Scotia: Sergio Solís Fuentes, José Francisco Trejo, Miguel Cobo Salas y Julio César Broca
20:22
Le indican al Sagitario que sólo asegure las mandarinas y las ponga a su costado amarradas
20:36
Isla del Toro dice que rescató un cadáver y tiene otro en la popa y que va a dar prioridad a los que está vivos
20:41
El Morrison Tide dice que tiene un marino con las piernas rotas, las costillas y sangrando
20:42
Control Marino le dice al Morrison que si ve adecuado que el helicóptero de la Marina –matricula PM151- por medio de una camilla se lleve al herido, a lo que el Morrison responde que sería lo más adecuado
20:46
Ven náufragos desde las plataformas Sonora y Holkan
20:58
Desde la plataforma Tennesse ven dos sobrevivientes
20:59
Far Scotia tiene otros seis rescatados
21:04
La plataforma Tennesse informa que está perdiendo de vista a los sobrevivientes
21:17
Morrison declara que tiene siete recuperados y un herido. Se dirige al puerto de Dos bocas, pide una ambulancia para el herido, informa que lleva un muerto: Ricardo Delgadillo
21:17
Isla del Toro dice que tiene un cadáver y uno vivo
21:30
Morrison Tide informa que tiene un oficial perdido, uno fallecido y un herido
21:42
Far Scotia informa que rescató a siete personas: Sergio Córdova Tejeiro, Julio Esquivel Juárez, Allende Alpudia Sánchez, de Perforadora Central; Carlos Martínez Reyes, Jorge Arturo Jiménez Rangel, Luis Medina Tolentino y Martín Zúñiga Salazar, de Pemex. Más cuatro reportadas anteriormente, suman 11, todas vivas
22:05
Informa Isla del Toro que rescató al oficial del Morrison Tide, Jorge Méndez
22:09
El Sagitario rescata a siete personas vivas: Leonel Fernández, Jorge Guzmán, Pedro Zapata, Gloria Laura Ramírez, Sergio Rosado, Aldo Antonio Solís y Juan Gabriel Rodríguez. Informa que dos cadáveres están cercanos y que los rescatará
22:18
Isla del Toro tiene cuatro vivos: Oscar Romero, Francisco cámara, Jorge Méndez y Eudacio Jácome. Rescata también un cadáver.
22:40
Sagitario rescata otro cadáver
22:54
Isla del Toro rescata a Pedro Cobos, empleado de Pemex
22:57
Sagitario rescata a otra persona viva: Rafael Díaz Martínez, supervisor de contratos
Los más recientes y lamentables acontecimientos en la región marina del Golfo de México, han tambaleado fuertemente a las lineas de mando de las instancias como GSIPA y los focos rojos no solo están que todos sabemos ponen a todos los detractores del SSPA

db