El lente más luminoso del mundo

La obsesión sin duda de cualquier amante de las artes visuales no sólo son las cámaras que constantemente cambian por tantos avances tecnológicos (más bien estrategias de mercadotecnia capitalistas) sino las lentes.

Cuando ya se lleva un tiempo en la fotografía volteamos a invertir en óptica. Aquellos vidrios que se convirten en piezas de arte. Y entonces empezamos a ver nuestros objetivos, (entre los que figurarán, seguramente, los más básicos o provenientes del kit), de otra manera, deseando poder cambiarlos por otros mejores.

Y, seguramente, que sean más luminosos es uno de los principales deseos. ¿Y qué significa el que sean más luminosos?, pues que su apertura máxima sea mayor (número f más bajo) con lo que llega más cantidad de luz al sensor.

Ello implica que tendrán más posibilidades creativas como menor profundidad de campo, mejor más aspas para lograr un bokeh cinematográficos y también que se tengan menos dificultades para fotografiar en condiciones de poca luz, por ejemplo.

Normalmente se considera que un objetivo es luminoso cuando su apertura máxima es mayor de f/2, aunque si hablamos de teleobjetivos, se suele aceptar f/2.8, ya que es muy difícil lograr aperturas tan grandes en esas focales por lo cual es una medida estandarizada mundialmente por las marcas para en el desarrollo de lentes de gama media y alta.

En general, para que un objetivo sea más luminoso y aumente la abertura se necesitan lentes de mayor diámetro y ópticas con un diseño complejo para tratar de evitar que aparezcan aberraciones cromáticas y deformaciones en la imagen final. Pero, ¿cuál es el objetivo más luminoso fabricado? La respuesta es el Carl Zeiss Plannar 50mm f0.7.


Salvados en plena guerra

La historia de este objetivo tiene de todo. En plena Segunda Guerra Mundial, la empresa Zeiss Jena elabora un primer diseño en 1941, concretamente del objetivo UR-Objektive 70mm f/1,0, por encargo del gobierno nazi, con la idea de incorporarlo a una mirilla infrarroja de visión nocturna.

Con la derrota de los alemanes la ciudad de Jena, en la que estaba la sede de Zeiss, queda en el bloque soviético y se produce la división de la marca, quedando la mayoría de las factorías del lado soviético que aprovecha mucho material óptico para lanzar su incipiente industria fotográfica. Del lado occidental también se crea la "Optische Werke Oberkochen" en Oberkochen. Todo ello gracias a que las tropas estadounidenses trasladan a 126 miembros directivos y científicos a su zona de ocupación, junto con gran cantidad de documentos y material dentro de la conocida operación Paperclip. Dentro de ese material estaban los planos del 70mm f/1.0.

La NASA y la cara oculta de la Luna

En los años sesenta la marca recibe un encargo de la NASA, necesitan un objetivo lo más luminoso posible para las misiones Apolo. La idea era que su apertura fuese tan grande como para poder fotografiar el lado oscuro de la Luna.

Zeiss aprovecha el diseño del UR-Objektive 70mm f/1,0 y fabrica 10 unidades del Carl Zeiss Plannar 50mm f/0,7.

Ur Objektive Da 70mm F 1 0 Carl Zeiss Planar 50mm f/0.7
Como se puede apreciar, el diseño es bastante similar.

Carl Zeiss Planar 50mm f/0.7





La luz de las velas en Barry Lindon, de Stanley Kubrick

De las 10 unidades que se crearon de esta fantástica lente, la NASA compró seis, una se la quedó la propia Zeiss y el resto las adquirió el famoso cineasta Stanley Kubrick para su película "Barry Lyndon" de 1975. Es aquí en donde el objetivo cobra su merecida fama.

Kubrick estaba buscando un objetivo que fuese lo más luminoso posible para evitar luz artificial; su idea era filmar escenas que ocurrían en interiores de las locaciones de castillos de la época de la película. Buscaba la posibilidad de rodar planos en interiores solo con la luz de las velas, esto dejó de ser un capricho a un proeza de las más comentadas en la historia del cine, hasta la actualidad.,

Carl Zeiss Planar 50mm f/0.7

Para llegar al objetivo del rodaje, primero se tuvo que transformar la lente, montando un sistema de enfoque más preciso y funcionando siempre a su máxima apertura tras desmontar el diafragma. Además, se colocó un adaptador Kollmorgen para tener un encuadre más abierto, consiguiendo una distancia focal más angular de 36,5mm siempre manteniendo la apertura máxima de f0.7. Y todo montado en una cámara Mitchell BNC.

Genial no creen?



db